Cerca del 80 por ciento de los bancos centrales del mundo no tienen permitido emitir una moneda digital según sus leyes existentes o el marco legal no es claro, según una investigación realizada por el Fondo Monetario Internacional.
El documento del FMI revisó las leyes del banco central de 174 miembros del FMI y descubrió que solo alrededor de 40 están legalmente autorizados a emitir monedas digitales. En 104 bancos centrales, la ley solo autoriza la emisión de billetes y monedas.
“Cualquier emisión de dinero es una forma de deuda para el banco central, por lo que debe tener una base sólida para evitar riesgos legales, financieros y reputacionales para las instituciones”, afirma el diario. “En última instancia, se trata de garantizar que una innovación significativa y potencialmente polémica esté en consonancia con el mandato de un banco central. De lo contrario, se abre la puerta a posibles desafíos políticos y legales”.
Para calificar legalmente como moneda, un medio de pago debe ser considerado como tal por las leyes del país y estar denominado en su unidad monetaria oficial. El estatus de moneda de curso legal generalmente solo se otorga a los medios de pago que pueden ser recibidos y utilizados fácilmente por la mayoría de la población.
“Para usar monedas digitales, la infraestructura digital (computadoras portátiles, teléfonos inteligentes, conectividad) debe estar primero en su lugar”, señala el documento. “Pero los gobiernos no pueden imponer a sus ciudadanos que lo tengan, por lo que otorgar el estatus de moneda de curso legal a un instrumento digital del banco central podría ser un desafío. Sin la designación de moneda de curso legal, lograr el estatus de moneda completa podría ser igualmente desafiante”.
Una característica de diseño importante es si la moneda digital debe ser utilizada solo a nivel mayorista, por instituciones financieras, o si podría ser accesible para el público en general. Permitir cuentas de ciudadanos privados, como en la banca minorista, sería un cambio tectónico en la forma en que se organizan los bancos centrales, afirma el FMI, y requeriría cambios legales significativos. Actualmente, solo diez bancos centrales de la muestra podrían hacerlo.
“La creación de las monedas digitales del banco central también planteará problemas legales en muchas otras áreas, incluidas las leyes de impuestos, propiedad, contratos y de insolvencia; sistemas de pago; privacidad y protección de datos; más fundamentalmente, prevenir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo”, dice el documento. concluye. “Si van a ser el próximo hito en la evolución del dinero, las monedas digitales de los bancos centrales necesitan bases legales sólidas que garanticen una integración fluida al sistema financiero, credibilidad y amplia aceptación por parte de los ciudadanos y agentes económicos de los países”.
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22 de enero de 2021, Publicado en Finextra